A veces imploro que la muerte venga a mí y me quite tu recuerdo de mi mente, pero en vano será, pues sabido es que estas tatuada en mi ser, tatuada con tus caricias y con tus labios que recorrieron cada palmo de mi ahora maltrecho cuerpo, no se cuanto mas podré soportar tu ausencia no se cuanto mas mi corazón siga latiendo con tan pesada carga a cuestas, solo se que te amo y que seguiré llorando tu partida.
martes, julio 14, 2009
ALAS ROTAS*
Anoche el sueño no concilie, no pude dejar a un lado los recuerdos de cuando éramos felices...
¿Cómo poder olvidarlos si grabados están en mi alma y mi corazón?, anoche volví a llorar, volví a sentir esa desesperación de tu partida como si fuera ayer, la agonía renació con mas fuerza y me alejo la tranquilidad, ¿Por qué lo hiciste? Retumba en mi cabeza esa pregunta, me cuestiono ¿que fue lo que hice mal?
Y la respuesta se queda en el éter de la noche y de mis pensamientos, aun no he podido superar tu partida, aun siento tus besos, tus calidas manos en mi cuerpo y tu voz cual música celestial, toco la cama y aun calida esta...
¿Cuántas veces mire extasiado tu cuerpo desnudo sobre de ella?
Del cielo al infierno es un camino muy corto, un suspiro… un te quiero… un te odio.
Mis alas rotas y ennegrecidas están, mi corazón se encierra y se petrifica, quiero salir corriendo a buscarte, a pedirte indulgencia por lo que te haya hecho padecer, quiero decirte de rodillas que no puedo fingir vivir así, porque esto no es vivir, no puedo soportar el dolor de tu ausencia, pues así es como muero cada segundo, cada instante sin ti es un golpe de látigo en mi espalda, te imploro que vuelvas, te lo pido con mi fe por los suelos, te lo pido con el dolor que puede sentir un hombre, te lo pido por piedad.
*de la Red
Publicado por Dora Saunier en 14:34
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